Los doce trabajos.
En una ataque de locura provocado por Hera, Heracles mató a sus propios hijos y a dos de sus sobrinos con sus propias manos. Al despertar y descubrir los terribles actos que había cometido, sintió un terrible dolor, y no quiso continuar viviendo con Mégara.
En penitencia por esta execrable acción, la sibila délfica le dijo que tenía que llevar a cabo diez trabajos que dispusiera Euristeo, el hombre que había usurpado su legítimo derecho a la corona y a quien más odiaba. Heracles llevó a cabo todos ellos con éxito, pero Hera le dijo a Euristeo que estimase que en dos de los trabajos había fallado, pues había recibido ayuda, por lo que ordenó dos más, que Heracles también completó, haciendo un total de doce.
El orden tradicional de los trabajos es:
- Matar al León de Nemea.
- Matar a la Hidra del lago de Lerna.
- Capturar a la Cierva de Cirinia.
- Capturar al Jabalí de Erimanto.
- Limpiar los establos de Augías.
- Matar a los Pájaros del lago Estínfalo.
- Capturar al toro salvaje de Creta.
- Robar las yeguas del rey Diomedes de Tracia.
- Vencer a las amazonas y tomar el cinturón de Hipólita.
- Matar a Gerión y robarle sus rebaños.
- Robar las manzanas de oro del Jardín de las Hespérides.
- Capturar a Cerbero, a los Infiernos, y llevarlo a Euristeo.
En el siglo I a. C. Estrabón refiere en su Geografía que los tirios fundaron Gadeira en la parte oriental de la isla y la ciudad en la parte occidental.
Según narra Sílio Itálico en el si I a. C.: En el frontispicio aparecían los doce trabajos de Hércules labrados en bronce. No existía ninguna imagen del dios en el interior del recinto. Asimismo hace referencia al hecho de que los sacrificios humanos estaban prohibidos y a que en su altar ardía un fuego perpetuo, cuidado por la incesante vigilancia de sus sacerdotes. Según Estrabón, en las columnas de la entrada los navegantes hacían sus sacrificios. Abundaban en el santuario los altares de bronce con escenas de la vida de Hércules donde ardía el fuego. Además eran famosos los dos pozos de agua dulce que tenían un régimen de crecidas inverso al de las mareas.
Según el historiador latin Pomponio Mela, bajo el templo estaban enterrados los restos de Hércules, de ahí su gran fama.
Ciudad fenicia de Cádiz:
Aquí podemos observar como era el plano de Cádiz en la época fenicia.